Nos acaba de llegar la Boolino Book Box de este mes. Se trata de la caja de la empatía y no he podido resistirme a abrirla, aún y no estar los niños presentes, como tampoco no he conseguido dejar de escribiros esta reseña en el blog.
En la propuesta de este mes, junto con Boolino, trabajaremos las emociones y muy especialmente todo lo relacionado con la empatía y el altruismo.
La empatía, uno de los pilares de la inteligencia emocional
Frecuentemente escuchamos los beneficios que aporta la denominada inteligencia emocional y el hecho de saber identificar, comprender y gestionar las propias emociones y las de los demás para el correcto desarrollo del niño. Se habla de la importancia de las emociones en la educación de los niños y de cómo la educación emocional nos facilita el desarrollo de las competencias emocionales desde la infancia y a lo largo de toda la vida. Primero en el seno de la familia, después en el entorno escolar y finalmente en la misma sociedad con la relación que cada uno consiga construir con los demás a medida que vaya creciendo.
Entre los principales componentes de la inteligencia emocional el psicólogo estadounidense, Daniel Goleman, señala la empatía. Es decir, la capacidad para identificar e interpretar las emociones y los sentimientos de los demás. Una habilidad que favorece nuestra relación con los demás y nos permite también desarrollar comportamientos como por ejemplo el altruismo, estrechamente relacionado con la capacidad para empatizar con un tercero.
Un cuento ilustrado para descubrir la empatía y el significado de la esperanza
Seguramente que si esta tarde le pregunto a mi hija Carla, de 6 años, qué es la esperanza, no sabrá a qué me refiero. Según el Diccionario de la Real Academia Española, la esperanza es el estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. Sin embargo, este estado de ánimo no siempre es fácil poder explicarlo a los niños y que entiendan el alcance de su significado.
Con el cuento «Todas las COSAS perdidas«, publicado por Tramuntana Editorial, Kelly Canby nos ofrece la posibilidad de transmitir a nuestros hijos qué es la esperanza y otros muchos conceptos abstractos que permiten a Olivia, la protagonista, empatizar con su familia y también con la gente que vive en su ciudad. A través de una sencilla y entrañable historia, la autora nos narra qué hace Olivia cuando, tras dar un paseo, encuentra algunas de las cosas perdidas de la ciudad, cosas materiales, pero también conceptos abstractos con los que decide rellenar cinco botes y regalarlos de manera altruista.
Un libro con sorprendentes y representativas ilustraciones que permiten a los pequeños lectores vislumbrar la luz que proporciona la esperanza a una ciudad gris, ruidosa y malhumorada y entender el significado que este concepto aporta en el estado de ánimo de las personas.
Asimismo, es un texto que a nivel emocional te permite también introducir otros conceptos como la generosidad, la solidaridad o el egoísmo con los más pequeños.
Actividades y juegos relacionados con las emociones y el altruismo
Las cajas Boolino, como ya os comenté en uno de mis anteriores posts sobre cómo sobrellevar una tarde de lluvia con niños, favorecen la lectura y la diversión en familia y son una iniciativa muy recomendable para tardes que invitan u obligan a quedarse en casa. Es una fantástica herramienta para compartir actividades, manualidades y juegos con los niños.
Como en todas las cajas Boolino, los tres sobres, con las tres primeras letras del abecedario, nos indican las opciones, la actividad educativa, la actividad lúdica o la actividad plástica. Tres entretenidas actividades para potenciar la creatividad, la escritura y la lectura de los más pequeños y todo el material necesario para hacerlo.
En esta ocasión, los niños aprenderán a confeccionar su propia caja, con su correspondiente etiqueta, para regalar a quienes deseen. También en la actividad lúdica hallarán la fórmula secreta para enviar mensajes especiales y cómo esconder y descubrir un mensaje secreto escrito tras un rasca. Y finalmente, en la actividad plástica, un juego con un dado y una ciudad repleta de edificios nos permitirá jugar con los colores y las emociones a la vez que practicamos el corta y pega.
Sinceramente, me ha cautivado la caja de este mes y no veo el momento de empezar a trabajar con ella junto con los niños. Ciertamente, si este fin de semana, vuelven las tormentas, ya tendremos una actividad que realizar en familia.
