Definitivamente soy una apasionada de los viajes. Antes de la maternidad, viajar fue uno de mis hobbies primero y, por razones profesionales, una mis obligaciones después. De aquí mi sección de entrevistas con mamás expatriadas, una excelente ocasión para seguir viajando a través de mi blog durante estos primeros años de maternidad.
Rusia, el país al cual viajaremos hoy con Laura, siempre ha sido mi asignatura pendiente y más después de estudiar durante años el ruso y acabar licenciándome como traductora de este idioma. He intentado en repetidas ocasiones viajar a este país y, curiosamente, siempre ha surgido algún impedimento que no lo ha hecho posible. Por ello, entrevistar hoy a Laura, en mi sección «Soy una mamá expat», para que nos cuente la experiencia de ser mamá en Rusia me hace especial ilusión.
Laura Méndez, casada y mamá de Martina de 5 años, es madrileña y expatriada en Moscú desde hace dos años. Desde su cuenta de instagram, @viviendo_bajo_cero, nos cuenta día a día la experiencia de ser mamá en Rusia y la que ella denomina su aventura compartida en Moscú.
Ha sido a través de su cuenta que he descubierto cosas tan curiosas como que hay osos de peluche que presiden los portales de las casas rusas o que hay una leyenda en el metro de Moscú que habla de trenes fantasmas y desapariciones y te impulsa a mirar si el convoy que vas a tomar viene o no con conductor.
También con ella y sus posts diarios he paseado por el parque Gorky en el centro de Moscú y por el mercado Izmailovo. He practicado con sus imágenes el deporte por excelencia de Rusia, el patinaje, y también he descubierto cómo son las calabazas rusas, los centros comerciales moscovitas, la oferta de música callejera y qué se siente viviendo en una ciudad con temperaturas bajo cero.
Laura se define como una mujer atrevida e impulsiva. A todo ello y sin conocerla más allá de su perfil de Instagram y algunos mensajes que hemos intercambiado, añadiría que es una mujer vital, enérgica y más valiente de lo que ella misma dice haberse percatado. Qué me dices, ¿te apetece conocerla?
De periodista en Madrid a expatriada en Moscú
¿Qué te lleva a dejar tu país? ¿Trabajo, estudios, pareja, otros?
Dejé Madrid hace año y medio. Como yo digo habitualmente por amor, o mejor dicho por la expatriación de Iván, mi marido. Él es ingeniero en la empresa Talgo y le ofrecieron una buena oportunidad laboral en la base de Moscú.
Con el cambio de país, ¿ también tuviste que renunciar a tu trabajo? ¿cómo lo llevas?
Yo soy periodista. Cuando venirnos aquí cogí un excedencia por 3 años. La solicité uno o dos meses antes de venirme para preparar papeleos, médicos etc…Pero estando en excedencia me lié la manta a la cabeza y me busqué otro trabajo que podía desarrollar a distancia. Un trabajao que me permitiera reciclarme y además estar entretenida.
Vengo de un sector en el que, como en otros muchos, trabajas al límite. Requiere de muchas horas, dedicación absoluta y sentía ese miedo de verme “aburrida” cuando lo dejara, así que me dieron la oportunidad de tele-trabajar, formarme en marketing digital y encima estar ocupada…¡No lo dudé! Después de estar con este plan B un año y 3 meses desde Moscú lo he dejado aparcado. Me dí cuenta que necesitaba “empaparme” de esta experiencia, disfrutar de la ciudad, del turismo, de la gente…Y en eso estoy ahora, en ser señora de Moscú y vivir lo que me queda de esta experiencia a tope. Luego ya volveré a la rutina, a España y a trabajar, por supuesto.
¿El cambio supuso aprender una nueva lengua o ya conocías el ruso antes?
Durante el año pasado intenté aprender ruso, pero resultó ser una misión imposible. Trabajando, ocupándome de Martina y teniendo que dedicar tiempo a una lengua tan difícil…desistí. Ahora me da pereza retomarlo. Me defiendo bien y para aprender ruso se necesita mucha dedicación y mucho tiempo de estudio.
¿Es tu primera experiencia como expatriada o ya has vivido anteriormente en otro destino?
Esta es mi primera experiencia como mamá expat. Primera vez, ¿y última? Nunca se sabe…Decidimos venirnos aquí, literalmente en 3 días. Sin pensarlo demasiado nos lanzamos . Primero se vino Iván a preparar el terreno, buscar casa, cole etc…y a los 3 meses posteriores nosotras. Pero esta aventura se acaba en unos meses, verano de 2019, aunque en un futuro nunca se sabe.
Ser mamá en Rusia, todo un reto personal
¿Cómo sobrellevaste el hecho de ser mamá en Rusia?
Yo vine con Martina relativamente ya mayor. De hecho teníamos pensado operación bebé y la paramos al venir. En Rusia, me daba miedo la sanidad y el frío. Habitualmente nos movemos en metro y aunque está genial, es un medio de transporte que no está acondicionado para carritos ni para ser utilizado por gente de movilidad reducida. Aquí los ascensores no existen!
Ahora me he animado a quedarme embarazada. Estoy preparada para llevar aquí el embarazo ya que ya estoy en plazos de dar a luz en España.
Al llegar a Rusia, rápidamente conocimos otras familias hispanohablantes con niños de la edad de Martina. De hecho algunas familias españolas ya forman parte de nuestra propia familia moscovita. Al estar fuera, se afianzan los lazos rápidamente y estas amistades se convierten en imprescindibles en el día a día fuera de tu país. También he de decirte que las redes sociales facilitan esta labor y gracias a grupos como el que tenemos en Facebook nos localizamos rápidamente. «Españoles en Moscú» es un foro en el que se pregunta de todo (risas).
Entiendo también que otra de las grandes preocupaciones o incógnitas cuando te trasladas a otro país con niños es cómo asesorarte respecto a los médicos especialistas en cada caso (ginecólogo, pediatras, etc). ¿Cómo fue en tu caso?
La verdad es que nuestra experiencia con la sanidad no ha sido muy buena. Por suerte no hemos tenido ningún susto importante pero sí una lesión de espalda de Iván y vamos dando palos. Ahora parece que hemos encontrado un médico de confianza y, a base de traductores, se sale adelante.
En cuánto a embarazos no sé todavía. No estoy en esa situación aún, pero sé que existen clínicas privadas internacionales que a base de talonario puedes comunicarte en inglés, incluso español. Sin embargo, imagino que las pruebas serán muy diferentes. Aquí son bastante estrictos con los controles médicos, a la mínima te mandan mil pruebas. Así que no quiero pensar cómo sería un embarazo en Rusia!
Cuéntanos, ¿cómo es tu relación con las otras mamás? Cuáles son vuestros puntos de encuentro (guarderías, colegios, etc). ¿Tus relaciones son mayoritariamente con otras mamás expat, con otras mamás rusas o de otras nacionalidades?
Los españoles ponemos rápidamente el radar y fácilmente nos solemos relacionar con gente procedente de España que hemos conocido a través de las redes sociales . También a través de la embajada española. No es punto de encuentro en sí mismo, pero si conoces a alguien, enseguida te pone en contacto con otras personas en tu misma situación.
¿Cómo vives la maternidad estando fuera de tu país? ¿Ha sido difícil?
Ser mamá en Rusia tiene momentos difíciles. Al final, estamos solos sin apoyo de familiares o amigos. Es difícil por ambas partes, también para los que se quedan allí y no disfrutan de la niña. Valoras actos sencillos como dejar a la niña un momento para ir a hacer un recado, o pasar un tarde con amigos, primos o abuelos en el parque. Es como digo yo la sensación egoísta de pensar que te pierdes cosas de allí, o que ellos se pierden por ejemplo el festival de Navidad de aquí.
¿Qué valorásteis en el momento de escoger un colegio para tu hija?
A la hora de venir aquí optamos por un colegio británico. En nuestro caso se trataba de una experiencia de dos años escolares y pensamos que sería mejor potenciar el inglés que el ruso. Además por la edad que tenía Martina no iba a salir escribiendo y leyendo bien el ruso, teniendo en cuenta que además en el caso del ruso estamos hablando del abecedario cirílico. Por todo ello, le iba a ser mucho más difícil mantener el ruso en España. Ahora que el curso 2019-2020 lo cursará en España hemos valorado que mantenga un buen nivel de inglés.
¿Cómo ves la educación en Rusia?¿Hay algo que dista mucho de lo que se hace en España y que echas de menos?
La educación en Rusia es muy, muy diferente. Los niños pasan bajo la protección familiar más tiempo. Hasta los 7 años no van al colegio. Antes, aunque también puedes llevarlos, son una especie de guarderías dónde aprenden pero a otro ritmo, sobre todo en los colegios rusos. Y evidentemente, con el invierno y sus extremas condiciones faltan mucho a clase.
Martina al ir a un cole británico siguen en currículum británico. Aún así, en su clase, hay niños de 5, 6 y hasta 7 años. Valorar la educación de aquí me es complicado porque en el caso de Martina, si la comparo con otros niños de su edad en España, es lógico que vaya un poco por debajo ya que ella aprende a leer y escribir en inglés. No es su lengua materna, y sólo por eso su esfuerzo es mayor ya sólo al tener que escuchar las explicaciones en el aula.
Conciliar ser mujer y mamá alejada de tu país
¿Cómo te definirías como mujer? ¿Y cómo madre?
Soy una mujer atrevida, impulsiva, algo insegura y ahora me he dado cuenta que más fuerte y valiente de lo que creía. Como madre soy cariñosa, algo impaciente (trabajo en ello) y divertida.
¿Cómo viviste esa primera maternidad? ¿Eres de las que, a pesar de Martina, buscas tus propios espacios personales para sentirte bien contigo misma y tu pareja o eres de las que se entrega por completo a tu hija?
Mi primera maternidad fué una experiencia satisfactoria y puedo decir que la he disfrutado al 100%. Por eso, supongo que ahora siento que es hora de tener otro bebé. Estaba segura que no quería tenerlos seguidos (todo tiene sus ventajas e inconvenientes).
Creo que hay tiempo para todo. Por ejemplo yo sentía que quería volver a trabajar, me permitía ser Laura por unas horas al día e incluso llegaba a “olvidarme” de Martina.
También creo que es bueno, al menos para mí, regalarte de vez en cuando una cena, un cine o escapada con tu pareja, siempre que puedas buscar esa ayuda que necesitas con la niña. Sin embargo, más allá de mi profesión, sé que mi vida personal pesa mucho. Mi felicidad, ahora mismo, pasa por disfrutar de mi familia y de Martina. Por eso este paréntesis me viene muy bien. Nunca volvería a un trabajo que no me permitiera ver a mi hija. Evidentemente, teniendo en cuenta la situación privilegiada que tengo. En un futuro ojalá siga también siendo así y pueda seguir permitiéndomelo.
¿Cómo viviste o vives ser mamá en Rusia?
Hay veces que echas de menos a tu gente y, como he comentado antes, poder compartir con ellos pequeños momentos de tu día a día. La vida lejos de casa te empuja ligeramente hacia la soledad, al menos a principio y hasta que encuentras otra gente en la que cobijarte. Algo que, por lo menos yo, necesito. Las amistades que haces aquí son personas que te dan cariño a ti, y a tus hijos.
¿Qué es lo que más has echado de menos en estos años?
Mi gente, mis padres, mi hermano, mis sobrinos, ver nacer los hijos de mis grandes amigas, compartir con ellas los primeros días, dudas…yo fui madre mucho antes que ellas…Y evidentemente el sol! (Risas) El sol español que tanto se echa de menos y que da alegría, vida y calorcito!
¿Qué es lo que te ha aportado y te sigue aportando el hecho de vivir en otro país?
Salir de tu zona de confort te ayuda a valorar muchas cosas de tu día a día que ni pensabas. Enfrentarte a un idioma muy distinto, un clima, una cultura…todo, es una aventura diaria. Hasta el hecho de hacer la compra sin las comodidades de contar con un coche. Sin embargo, es una experiencia muy bonita y te hace más fuerte.
También estar alejada de mi país me ha ayudado a ver mis límites y a afianzar mi vida en pareja. Algo así o te une o te separa (risas). Mi caso es el primero, por suerte. Cuentas solo con el apoyo principal de tu pareja y eso puede ser duro. Había días que Iván llegaba de trabajar, cansado, agobiado…y yo no había hablado con nadie mayor de 5 años en todo el día. Ahora es cierto que las cosas han cambiado. Ya tenemos nuestro círculo social aquí y eso es muy bueno para la salud mental de los tres.
Vivencias personales que perduran en el tiempo
¿Qué es lo que crees que puede aportar vivir en otro país como Rusia para tu hija?
En nuestro caso puedo decirte que Martina ha evolucionado de una manera brutal. Ha madurado más rápido, ha aprendido a relacionarse en el colegio con niños de Rusia, India, Francia, Pakistán (Mirra es su mejor amiga), China, Japón…Es una niña que era tímida, y aunque sigue siéndolo, estar aquí le ha ayudado a abrirse más, a ser mucho más cariñosa y valorar los abrazos de los abuelos cuando estamos en España como si fueran de oro. Y luego está el idioma, con 5 años habla un inglés que se me cae la baba, ¡ya quisiera yo ese acento!
¿Cómo te ves en unos años? ¿Piensas en regresar a España o ves Moscú como tu ciudad definitiva?
Si todo va bien este verano volvemos a España. Me veo con mi propio “chiringuito” laboral, compaginando mi carrera profesional con mis dos hijos (si todo va como nos gustaría) y viajando en familia siempre que pueda.
¿Cómo ves la maternidad en tu país de acogida? ¿Qué puntos fuertes destacarías y qué puntos crees que son los más sensibles?
Aquí, en Rusia, la madre tiene 140 días de baja con la totalidad de su sueldo, siempre que no supere los 864 euros mensuales. Luego, el siguiente año y medio, pueden cobrar el 40% siempre y cuando no supere los 350 euros. Muchas optan por ello y no pierden su puesto de trabajo, sino que se les guarda. Hablamos de 3 años, no 5 meses, aunque evidentemente los sueldos son diferentes y el sistema también. Los padres sin embargo, cuentan con 0 días de baja por maternidad.
Para muchas de las que hemos sido mamás tardías, conciliar y encontrar ese equilibrio necesario entre mamá y mujer profesional nos lleva a emprender. ¿Es ese tu caso? ¿Te lo has planteado?
Yo estoy en el punto ese de reciclarme, emprender y montar algo que me permita trabajar y disfrutar de mi vida familiar, ya que, en mi profesión es difícil hacerlo.
¿Qué consejos darías a otras mamás que están ahora viviendo ahora su primer embarazo alejadas de su país? O aquellas que con niños, ¿deben mudarse a otro país?
Les diría que no tengan miedo, que intenten buscar sus lazos y apoyos en el país dónde vayan y que los niños se adaptan infinitamente mejor que los adultos.
Mis 10 preguntas rápidas sobre Rusia
¿Cuál es tu rincón favorito de la ciudad?
El mercado de Izmailovo
¿Cuál es tu comida rusa preferida?
Mmmm difícil opto por la comida georgiana , típica aquí, y el khachapuri.
¿Qué es lo más típicamente español que das a probar a tus amigos rusos?
Tortilla de patatas
¿Qué lugar frecuentas a menudo en familia?
Cualquier parque, hay miles tanto para verano como invierno y los fantásticos sitios kids friendly para cuando hace mucho, mucho frío. La ciudad lo sabe y hay miles de sitios para estar cómodos padres e hijos.
¿Qué es lo que más te sorprende de la cultura rusa?
Lo más sorprendente es que sonríen poco, muy poco.
¿Qué es lo que más echas de menos de España, además de tu familia y amigos?
El sol, la luz solar.
¿Qué echarás de menos si un día vuelves a España? O ¿qué te llevarías en la maleta si un día volvieras a España?
La Plaza Roja, las calles adornadas de luces, sea Navidad o no, y la limpieza extrema de la ciudad
¿Algún descubrimiento que ya hayas hecho por el simple hecho de convertirte en madre?
Que la paciencia, como decía mi madre, es la madre de todas las ciencias.
¿Qué es lo que más te gusta de Rusia? Y ¿qué es lo que menos te gusta?
Lo que más , la seguridad, la belleza colosal y la grandiosidad de todo lo ruso… Lo que menos me gusta es que la gente sea tan seria. A veces parecen hasta mal educados.
¿Primer consejo que le darías a una familia que se trasladara en breve a Rusia?
Buena ropa de abrigo, abrir la mente y ojo al suelo en invierno!
Y no me extraña que Laura eche de menos las sonrisas en su país de acogida ya que ella es una mujer muy expresiva y risueña y verla sonriendo es habitual en todas sus fotos.
En cualquier caso, espero seguir disfrutando del invierno moscovita a través de sus fotos y de sus experiencias de ser mamá en Rusia durante los próximos meses hasta que esta aventura la lleve de nuevo a España y a cumplir todos sus sueños.