¿Sabes qué hacen mis compañeros cuando se les cae un diente?, me pregunta esta mañana mi hija Carla de 6 años. Y se autoresponde, lo meten debajo la almohada y esperan a que venga el Ratoncito Pérez a buscarlo. Y acto seguido añade, mamá, ¿quién se lleva los dientes de leche de los niños?. Mamá, creo que soy la única de mi clase que cree en el Hada de los Dientes. Nadie más sabe quién es. Y añade, y eso que a todos mis compañeros les cuento que el Hada también recoge mis dientes, aunque lo hace volando, y que, a cambio, me trae regalos, me deja cartas y alguna monedas. Y termina su reflexión con la temida pregunta, ¿no serás tu el hada de los dientes, verdad mamá?
LLevamos ya dos días con uno de los dientes de leche con mucha movilidad pero que se resiste a caer. Ya es el cuarto y otro ya empieza a insinuarse para ser el siguiente de la lista. Si a eso añadimos que, uno se le cayó en julio y aún no le ha salido y otro lo perdió de manera brusca, con 14 meses, en pleno proceso de aprendizaje del sueño con el método Estivill, su conclusión es «mamá, aunque tengo ganas que vuelva el Hada de los Dientes, creo que si se me cae este diente estaré muy fea».! Maravillosa inocencia e ingenuidad!, me digo a mi misma.
El peso de la tradición ante la caída de los dientes de leche
Los dientes de leche empiezan a caerse a partir de los cinco años de edad y en eso Carla fué una de las pioneras de su clase a pesar de que, siendo bebé, echó sus primeros dientecitos muy tarde. Llegado el día le contamos que no se asustara, que cuando cayera dejaríamos su diente en una cajita al lado de la cama y que podía escoger cuál de los dos personajes mágicos que recogen los dientes de leche de los niños vendría a visitarla.
Desde pequeña a nuestra hija el mundo fantástico de las hadas le tiene fascinada, así que no dudó ni un momento en responder que ella prefería el Hada de los Dientes. Creo recordar que uno de los capítulos de la serie infantil inglesa «Juan y Tolola», que no se si conocéis pero que a mis dos hijos les encanta, a la niña protagonista se le cae un diente de leche y es justamente el Hada de los Dientes quién acude a recogerlo.
Poco conocía de la historia del Hada de los Dientes, así que empecé a investigar. Parece ser que este personaje imaginario es originario de los países anglosajones y de Alemania, mientras que el Ratoncito Pérez lo es de España y de otros países hispanohablantes. Otros, como Francia e Italia, por ejemplo, también tienen a ratoncitos en su tradición aunque con distintos nombres.
En mi caso concreto, aún recuerdo que, siendo yo pequeña, quién se llevaba los dientes de leche de debajo del almohada y nos los cambiaba por una moneda no era ningún ratón ni ninguna hada, sino el «Angelet» (un angelito). Supongo que ahora ya no quedan casi niños que esperen impacientes la llegada de este entrañable personaje.
¿Qué me dejaran a cambio de mis dientes de leche?
Desde la caída del primer diente de Carla, he aprendido a ser previsora. Aún recuerdo el momento en que, hace justamente un año, a una semana escasa de empezar el colegio, a Carla se le cayó su primer diente en el transcurso de la comida y, aunque era consciente de que podía pasar, no tenía nada preparado.
Esa misma noche empecé a buscar imágenes del Hada de los Dientes. Con algunos recortes, pegatinas, cartulinas y sobres de colores empecé el diseño de la tarjeta que acompañaría el regalo y las monedas que el Hada de los Dientes le dejaría junto a su cama. Llamé a mi marido, que ya se había incorporado al trabajo tras las vacaciones, y le pedí que buscara un hueco en su agenda para acercarse a alguna tienda y comprarle un regalo a Carla.
Dubitativa aún sobre si quería excluir del todo al Ratoncito Pérez de esta historia, en su primera tarjeta le incluí los dos personajes. Una portada con una imagen del Hada de los Dientes y una contraportada con algunos consejos prácticos y de higiene dental del Ratoncito Pérez. También y al ser la primera vez, incluí un cuento de Beatriz Berrocal con ilustraciones de Fernando Noriega y con el Ratoncito Pérez como protagonista que, cuando lo descubrí, me cautivó. Se trata de ¿Qué pasa si al Ratón Pérez se le cae un diente? , un cuento corto en verso que narra la entrañable historia del Ratoncito Pérez cuando se percata que a él también se le ha caído un diente.
Posteriormente, las tarjetas han ido evolucionando y el Hada de los Dientes ya ha conquistado su protagonismo.Las imágenes también han dado paso a los mensajes personalizados y a textos sencillos que Carla por sí misma ya puede leer. Junto a la tarjeta siempre algunas monedas para su hucha y un pequeño regalo que, normalmente, suele ser un libro y una pequeña hada y,curiosamente, también siempre trae algo muy, muy, muy pequeño para su hermano.
Desde entonces y para cubrir situaciones inesperadas, en casa, siempre contamos con un pequeño fondo de armario con imágenes ya impresas del Hada de los Dientes, pegatinas y sugerentes figuritas de hadas, desde las cajas de cerillas del Hada de los Dientes y el Ratoncito Pérez de Maileg hasta el hada de los dientes de Playmobil.
Sin embargo, me temo que muy pronto deberé actualizar mi stock, ya que Àlex que viene detrás y en diciembre ya cumple cinco, ya me ha advertido que él prefiere al Ratoncito Pérez.
Impacientes pues por la llegada de la visita del Hada de los Dientes en los próximos días, seguiremos alimentando con imaginación y creatividad la magia de estos pequeños momentos que, seguramente, nuestros hijos recordarán cariñosamente en el futuro. Y en vuestra casa, ¿sóis o habéis sido de Ratoncito Pérez o del Hada de los Dientes?
¡hola! ¡¡nunca había oído hablar del hada de los dientes!! la mía aún no tiene 3, así que aún tengo tiempo… creo que investigaré «qué se lleva más» entre sus amiguitos para no liarle mucho.. ¡besos!
Hola Miren!! Aunque no se trate de una cuestión de género, entre las niñas se lleva bastante el «Hada de los dientes». Por una parte, debido a la influencia de series animadas como «Juan Y Tolola» o «Peppa Pig», ambas con capítulos en los que el «Hada de los Dientes» visita a Tolola y Peppa respectivamente tras la caída de uno de sus dientes de leche. Por otra parte, por el hecho que el mundo de las hadas siempre suele gustar más a las niñas que a los niños. Mi consejo personal es que le hables de los dos, el Hada de los Dientes y el Ratoncito Pérez, ya que ambos son una realidad entre los niños y lo serán para sus compañeros de colegio. La ventaja es que con 5 añitos o 6, que es cuando empiezan a caer sus primeros dientes, ya empiezan a saber lo que quieren y seguramente será ella misma quién te dirá quién quiere que venga a buscar su dientecito. Espero haberte ayudado. Besitos