Difícil resumir, e incluso asimilar, todo lo que compartió Begoña Ibarrola en uno de los últimos encuentros «Crecer Sin Prisas» de Tiempo de Infancia. La charla hablaba de inteligencias múltiples y de cómo identificarlas en nuestros hijos. Algo especialmente importante, como veremos más adelante, si queremos dotarles de las competencias necesarias para el futuro.
Para aquellos que no la conozcáis Begoña Ibarrola es licenciada en psicología, escritora, investigadora en Neuroeducación y experta en inteligencia emocional, inteligencias múltiples y musicoterapia, entre otras muchas cosas.
Ibarrola es también la autora de muchos libros infantiles, entre ellos, Genialmente, una de mis recomendaciones para entretener a los niños en verano que justamente facilita, a través de ejercicios prácticos, la identificación de las inteligencias múltiples en nuestros hijos.
Según el psicólogo estadounidense Howard Gardner, padre de las inteligencias múltiples, «Todos somos inteligentes, sólo que en distintos ámbitos» así empezaba Ibarrola su charla. Para Gardner no nacemos con una inteligencia preestablecida, sino que las inteligencias, que son varias, las podemos desarrollar, aunque en cada cultura y entorno se valorará una por encima de la otras. Hay que tener en cuenta que en las inteligencias confluyen una parte biológica o heredada con una parte psicológica y, por lo tanto, a desarrollar.
Todo ello, sin obviar la epigenética que establece que, en según qué circunstancias o entornos, hay determinadas inteligencias múltiples se manifiestan en algunas personas mientras que en otras, no, siendo todos portadores de las mismas.
Nada evidente, ¿no os parece?, pero pasemos a descubrir qué son las inteligencias múltiples y cómo se manifiestan.
4 requisitos necesarios para desarrollar las inteligencias
Según Gardner nacemos con de 1 a 3 inteligencias muy desarrolladas, otras medianamente evolucionadas y finalmente unas terceras deficitarias. Nuestro objetivo es trabajar cada una de ellas para ir potenciándolas progresivamente y mejorándolas paso a paso.
Los requisitos para desarrollarlas son 4, aunque los dos primeros van ligados a nosotros como padres que somos. Y los dos últimos a nuestros hijos.
Como padres, nuestra función es :
- Valorar las inteligencias de nuestros hijos independientemente de las que nosotros podamos tener;
- Ofrecerle las oportunidades de entrenamiento necesarias para que las desarrollen.
Asimismo, siempre que se cumplan las dos anteriores premisas, nuestros hijos deberán:
- Dedicar tiempo y recursos al desarrollo de la inteligencia;
- Poner esfuerzo personal, constancia y persistencia.
Nuestro papel como padres
En este aspecto, los padres tenemos un papel especialmente importante para ayudarles a no caer en la frustración y a potenciar la resiliencia. También como acompañantes para detectar las inteligencias múltiples que poseen y potenciar aquellas más deficitarias. Para ello es esencial:
- Celebrar los potenciales de nuestro hijo sin comparar con otro u otros;
- Identificar cómo se manifiesta cada nueva inteligencia.
8 tipos de inteligencias múltiples
Howard Gardner distingue 8 tipos distintos de inteligencias múltiples que enumeraré a continuación sin entrar demasiado en detalle para no extenderme demasiado en este post.
Tres inteligencias importantes para cualquier test de inteligencia
Inteligencia lingüística o la capacidad de comunicarse y saber utilizar las palabras de forma efectiva, en forma oral y escrita. Son normalmente niños que suelen hablar pronto y con mucho vocabulario, les encanta contar historias, leer y/o escribir, son preguntones y les gusta debatir y aprenden con facilidad otros idiomas. Es una inteligencia presente en profesiones como abogado, profesor, político, traductor, periodista, actor o psicólogo.
Inteligencia lógico- matemática es la capacidad para usar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente. Incluye tanto la parte más sensible a los números como la parte más lógica referida al orden, las secuencias o el trabajo con hipótesis. Son niños muy observadores, ordenados, piensan a través del razonamiento, les gusta hacer rompecabezas, manipular cosas, averiguar cómo funcionan sus juguetes. Se trata de una inteligencia presente en profesiones como físico, químico, ingeniero, economista, biólogo, astronauta, arquitecto o cocinero.
Inteligencia viso-espacial es la capacidad para formar en la mente representaciones espaciales y operar con ellas con fines diversos. Permite visualizar figuras en el espacio. Los niños con esta inteligencia son niños a quiénes les gusta trabajar con formas, colores y les gusta dibujar y garabatear. Suelen ser muy imaginativos, les atrapan los videojuegos y de más mayores estudian con la ayuda de gráficos. Es la inteligencia de profesiones como arquitecto, diseñador, cirujano, astronauta y también de algunas más manipulativas como modista, peluquero, mecánico o taxista.
Otras inteligencias múltiples importantes
Inteligencia musical es la capacidad de apreciar, percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales. Son niños muy sensibles a los sonidos y se sienten atraídos por ellos. Les gusta canturrear, silbar y se aprenden fácilmente canciones de memoria. Algunas profesiones relacionadas con esta inteligencia son el compositor, el cantante, el publicista, el bailrarín o el actor.
Inteligencia cinestésica-corporal o la capacidad de utilizar el propio cuerpo, total o parcialmente, para solucionar problemas, interpretar o crear productos o expresar ideas o sentimientos. Incluye habilidades de coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad. Se da en niños que desde pequeños ya tienen coordinación, les gusta bailar, correr, saltar, construir y de más mayores suelen destacar en algún deporte. Esta inteligencia está presente en profesiones como bailarín, joyero, atleta, fisioterapeuta, carpintero o odontólogo.
Inteligencia naturalista es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas. Los niños con esta inteligencia son niños que les gusta la naturaleza, les gustan las plantas, los animales y los fenómenos atmosféricos. Son también muy buenos observadores y suelen ser niños con mucha paciencia. Algunas profesiones en las que destaca esta inteligencia son biológo, arqueólogo, jardinero, ganadero, veterinario, meteorólogo o nutricionista.
Las dos inteligencias que definen la inteligencia emocional
Inteligencia intrapersonal es la capacidad para comprenderse a uno mismo. Es la inteligencia del autoconocimiento, el autocontrol, la automotivación, la que te permite conectar con tu mundo interior. Suele estar presente en niños introvertidos, sensibles, soñadores, a los que les gusta tener su propio espacio para la reflexión y manejar su propio ritmo. Es una inteligencia presente en profesiones como escritor, asesor, creativo, empresario, pedagogo o filósofo.
Inteligencia interpersonal es la capacidad para entender a los demás y actuar en situaciones sociales, ponerse en el lugar del otro y tratarlo. Son niños que les gusta socializar, jugar con otros, son generosos y solidarios, son buenos trabajando en equipo y hasta los 6 años pueden ser niños manipuladores. Esta inteligencia se da en profesiones como relaciones públicas, político, camarero, enfermero, periodista o médico.
La suma de ambas es la que determina la denominada inteligencia emocional.
Cómo detectar las inteligencias de nuestros hijos
Tras identificar cada una de estas 8 inteligencias, la pregunta natural es y ¿ahora cómo puedo detectarlas en mi hijo?. Según Ibarrola para ello debemos tener en cuenta estos 7 aspectos en su comportamiento:
- Observar cuando se porta mal, ¿qué hace?,¿cómo lo hace?;
- Identificar en qué actividades invierte su tiempo cuando no le dices lo que tiene que hacer;
- Crear un registro de anécdotas anotando cuáles son sus momentos luminosos o especiales. Es decir identificar todo aquello que veas que le sorprenda. Momentos en que la curiosidad se enciende y surge el interés;
- Revisar las notas a lo largo de los años y las asignaturas que se le daban bien en cursos anteriores;
- Preguntar a los profesores;
- Hablar con otros miembros de la familia;
- Organizar actividades especiales (salidas al campo, teatro, etc).
Y para cerrar, simplemente me sirvo de una de las frases con las que también cerró su ponencia Begoña Ibarrola y que dice «No se trata de tener derecho a ser iguales sino a tener igual derecho a ser diferentes».