Tras varios fines de semana de frío y lluvia, el pasado domingo decidí aprovechar que la climatología nos obligaba a permanecer en casa para empezar a reorganizar los armarios.
Debo confesaros que normalmente suelo esperar el cambio de estación para ello. Sin embargo, este año, tras la Navidad, mis dos hijos han pegado un estirón considerable y me he visto obligada a renovar vestuario y con ello a ganar espacio en estantes, cajones y espacios de colgar.
Soy por naturaleza una persona muy organizada y me gusta, en ocasiones hasta extremos obsesivos, el orden, algo complicado en una casa con dos niños de corta edad. Por ello, no dejo de interesarme por descubrir nuevas formas de organizar y optimizar los espacios y los objetos que nos rodean.
He leido «La Magia del Orden» y hojeado «La felicidad después del orden» de Marie Kondo y, aunque me gustaría, soy de las que les cuesta aplicar el método KonMari. No sé vosotras, pero yo soy de las muchas que siente apego por las cosas y me cuesta desprenderme de ellas.
El fondo de armario, un clásico de la organización
Hace algunos meses, justo antes del verano, asistí a un taller sobre cómo organizar el fondo de armario, que ahora he puesto en práctica y que, debo confesar, me ha sido de utilidad para optimizar espacio y recursos.
El taller, impartido por Mónica Sáez de Seirem resultó muy interesante para poner de manifiesto cómo con pocas piezas de ropa, una puede tener un muy buen fondo de armario y cuál es el secreto para sacar partido a esos vaqueros lima limón que hace meses que ves colgados en el armario y que no te atreves a poner ningún día.
El secreto de un buen fondo de armario, los accesorios
La solución mágica es proveerse de un buen muestrario de accesorios: pañuelos, pashminas, collares, pulseras, cinturones, bolsos, zapatos e incluso sombreros, si va con tu propio estilo, y saber combinarlos. Escoger una pieza de ropa, ya sea un pantalón o un vestido, y a partir de ella, con un armario bien ordenado, escoger el estilismo perfecto que case con esa prenda y el dress code exigido para cada momento.
Del armario, eliminar todo aquellos que ya hace más de un año que una ya no utiliza. Por mucho que nos guste y por mucho que nos cueste, debemos deshacernos de esa prenda favorita que nos costó un dineral y que nos encantaba una vez puesta, pero que ahora ya no nos entra o se ve demodé.
Debemos organizar las piezas de ropa por tipología y color y a partir de aquí, empezar a combinar. Y sobre todo, no olvidarnos de los accesorios, uno de mis errores más comunes desde que he tenido los niños. Un collar, un cinturón y un buen tacón puede cambiar por completo tu look casual de por la mañana para ir a recoger los niños al cole, a tu look de noche para ir a cenar con tu pareja.
Prioriza la calidad a la cantidad y aprende a combinar
En un buen fondo de armario, prima más la calidad y el saber coordinar todas y cada una de las piezas que lo conforman que no la cantidad. Por muchas piezas que una tenga colgadas en el armario, si no sabe cómo combinarlas, acabará siempre poniéndose las mismas y obviando otras muchas.
Y lo mismo ocurre con el armario de los peques, nos dotamos de infinidad de ropa que es muy bonita en tienda pero que luego apenas estrenan. O bien porque a ellos no les acaba de gustar, cuando ya empiezan a tener su propio criterio, o bien porque a ti te gusta más el look de siempre.
Mi objetivo a corto plazo, después de haber empezado con el de los niños, es reorganizar mi vestidor. Proveerme de cestas y cestitas para empezar a recuperar todos aquellos pañuelos y collares que tengo olvidados en algún cajón y empezar a reorganizar toda mi ropa cómo si de una tienda se tratara… Todo a la vista y sin olvidar un detalle antes de salir por la puerta de casa. Cómo ya dice Kondo en uno de sus libros «las cosas ocultas a la vista están como dormidas». Espero poder estrenar temporada y también nuevo fondo de armario. Veremos si lo consigo!
¡Me encanta! Yo también creo que los accesorios son clave aunque no siempre lo practico :-)
Debo confesarte que a mi también me cuesta! :-(
En nuestro papel de madres muchas veces acabamos saliendo a la calle sin la mitad de los accesorios que nos gustaría llevar y, de llevarlos, apenas hemos tenido tiempo de combinarlos adecuadamente. Sin embargo, creo que no deberíamos descuidar este aspecto, ya que no es menor y nos ayudaría a potenciar nuestro fondo de armario fácilmente.