!Cómo os he echado de menos!
Ocho meses sin publicar, ocho meses de silencio, ocho meses apartada de uno de mis hobbies preferidos, la escritura y mi blog
Ocho meses y otros cuatro más centrada exclusivamente en mi enfermedad y ese vuelco que te da la vida al descubrir que tú también eres una víctima más del cáncer.
Por ello, hoy estoy feliz de poder volver a compartir con todas vosotras mi experiencia como madre y mujer emprendedora, con mis pasiones y mis entrevistas, pero, sobre todo, enormemente agradecida de poder tener la oportunidad de contaros cómo me ha cambiado la vida esta enfermedad.
Como muchas ya sabréis, hace algo más de un año y tras varios meses de cansancio continuado sin dar con la razón concreta de ello, me diagnosticaron un cáncer metastásico. El cáncer sigue estando conmigo, aunque lucho día tras día para que pronto nos convirtamos en buenos amigos y nuestra relación sea, si cabe, algo más fácil.
Como ya imaginaréis, convivir con ello no es fácil, requiere muchos sacrificios y mucha entereza para afrontar una pesadilla que, sin saber cómo, se convierte en realidad.
Mi objetivo de este primer post, después de este largo paréntesis, es transmitiros cómo estoy y cómo me siento y sobre todo, haceros partícipes de aquellos 10 aprendizajes de mi enfermedad que me han permitido ver la vida de distinta manera.
Espero en cierto modo que estos aprendizajes sirvan para muchos que estén en mi misma situación, pero también para otros que, con la llegada del Covid-19 en nuestras vidas, hayan visto truncados sus sueños más inmediatos y necesiten reorganizarse mejor.
10 aprendizajes del cáncer
Un tópico que deja de serlo
Vive el presente y aprende a disfrutar de cada momento. Parece un tópico pero ante una enfermedad como ésta, os prometo que no lo es. Nos gusta vivir de los recuerdos del pasado y pasar nuestro tiempo organizando nuestro futuro. Sin embargo, a menudo olvidamos que, mientras hacemos todo ello, desperdiciamos nuestro momento presente. Vive y sé consciente del momento en el que estás viviendo y olvídate de mirar al pasado y planificar demasiado el futuro. Vive cada instante como si fuera el útlimo.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Si te apetece hacer algo no lo dejes para mañana, ese mañana igual no existe ya para tí y mejor no perder la oportunidad de hacer cosas por pequeñas que sean.
Piensa en tu felicidad y en la de los que te rodean
Rie y no dejes de reir. Cuando irrumpe en tu vida una enfermedad como el cáncer te das cuenta de la importancia de la risa y de los buenos momentos. Entonces más que nunca se hace necesario reir, reir y buscar cualquier ocasión para hacerlo y ser feliz, ya sea sola o rodeada de tu familia y amigos.
No malgastes tu tiempo en enfadarte. Es una frase que le repito insistentemente a mi hija que, en ocasiones, es algo orgullosa. La vida es corta y, por ello, no vale la pena enfadarnos y prolongar nuestros enfados hasta el infinito. Con ello malgastamos un tiempo precioso que podríamos invertir en otras muchas cosas interesantes, ¿no os parece?
Aprende a jugar de nuevo. Empáchate de la inocencia de los niños y atrévete con todo. Deja a un lado tus prejuicios, tu timidez y atrévete a bailar, a saltar, a chillar y hasta a dar a ese balón que hace años que no tocabas.
Busca espacio para sentirte realizada y satisfecha contigo misma
Valora las pequeñas cosas. Ese abrazo, ese beso o ese «te quiero» que nunca te atreviste a dar, es el momento de compartirlo y de hacerlo más visible que nunca.
Busca tu legado, si es que para tí es importante dejar una huella en este mundo o con aquellos que más quieres. Con una enfermedad como el cáncer uno es muy consciente de la proximidad de la muerte, a pesar de que sigues sin tener la varita mágica para saber si ese momento será antes o después del de las personas que te rodean. Por ello, es muy lícito hacer balance de tu vida y pensar en cómo quieres que te recuerden y organizar todo aquello que tu consideres que es importante.
Piensa en tí y en aquello que te apetece hacer y aún no has hecho.Soy de las que desde siempre he eludido responder a esa recurrida pregunta ¿qué harías si supieras que es tu último día en este mundo?. Sin embargo, ante un diagnóstico de cáncer, por inicial que sea, conviene hacer el esfuerzo de responder a esta pregunta y aprovechar la oportunidad de saber que eres más vulnerable y consciente que el resto de personas que te rodean para hacer realmente aquello que tenías pendiente.
Aprende a reinventarte y a dar de nuevo sentido a tu vida. Ante una enfermedad como es el cáncer, una debe aceptar que hay cosas que seguramente no podrá volver a hacer y otras que, hasta el momento no había prestado atención que podrán llenar su vida. Abre los ojos, sal de tu zona de confort y permítete volver a empezar. La enfermedad está allí ,pero tu vida aún te permite hacer infinidad de cosas con las que sentirte realizada, no lo olvides.
Cambia el enfoque y la percepción de las cosas
Deja espacio a la improvisación. Parece fácil, pero no lo es. Especialmente cuando a una le gusta planificar y tenerlo todo bajo control. Sin embargo. conviene recordar que ahora estoy bien, pero mañana igual no lo estoy.
No te hagas demasiadas preguntas sin repuesta. De nada sirve buscar culpables ni intentar buscar explicaciones dónde no las hay. Ante estos casos, lo mejor es no pensar demasiado en la enfermedad, confiar al máximo en los médicos y especialistas que te acompañan en cada momento y focalizarte en tí y en tu bienestar físico y emocional sin dejar de hacer aquello que te motiva.
Como podréis imaginar, la travesía no es fácil. Sin embargo con este decálogo y la fuerza interior que cada una de nosotras tiene sin saberlo permiten que este viaje sea más placentero.
Confio, tras este paréntesis y este post más intimista, inaugurar una nueva etapa en el blog. Espero muy pronto regresar con las reseñas de cuentos infantiles, que tanto echo de menos, algunos de mis consejos de orden y planificación y con las entrevistas a otras tantas mujeres madres luchadoras que combinan maternidad y emprendimiento o que viven la maternidad alejadas de sus países de origen como mamás expat. Qué me dices, ¿me acompañas de nuevo?
Fantástico post!!
Muchas gracias Sonia! Me alegra saber que te ha gustado. Un fuerte abrazo!
Judith, molt feliç de poder-te llegir de nou. Em sembla una manera sincera i valenta d’explicar aquest moment de la teva vida i crec que són consells que tots en podem prendre nota per viure millor el present i ser millors persones. Una abraçada, amiga!
Moltes gràcies Rosa!També jo estic molt contenta de poder tornar a compartir amb totes vosaltres les meves inquietuds, experiències i vivències. M’alegra que t’hagin agradat els consells. Molts ens són molt familiars, però no sempre aconseguim posar-los en pràctica. Una forta abraçada per a tú!
M’han agradat molt tots 10 aprenentatges! Gràcies per compartir-los.
Els tindrem ben presents per gaudir mes i millor de la vida!
Moltes gràcies Montse! Sí, posar-los amb pràctica sempre costa una mica més ;-) M’alegra que t’hagin agradat!
Que consejos tan sabios . Me alegra hasta el infinito poder leerte de nuevo , te echábamos de menos .
Voy a intentar llevarlos a cabo .
Muchas gracias Sònia! Me alegro de que te hayan gustado. Un fuerte abrazo!
M’encanta tornar a llegir-te, Judit, sobre tot pel que significa. Aquest post ens l’hauríem d’imprimir i tenir-lo sempre present. Posaré en pràctica ara mateix un dels teus consells: t’estimo!
Moltíssimes gràcies Dolors! Gràcies per estar aquí i per tot el teu suport durant aquests mesos. Seguirem mirant endavant i lluitant! T’estimo jot també!
Excepcional y del todo cierto Judith!
Es un decálogo que tendríamos que poner en practica todos los seres humanos.
Un abrazo enorme y con ganas de leer el proximo
Muchas gracias Monica! Me alegra saber que te ha gustado. Tendremos que ponerlo en práctica, como bien dices. Un fuerte abrazo!