Como podréis imaginar ante la fragilidad de un inesperado diagnóstico de cáncer, la salud de una aún adquiere más importancia si cabe. Por ello, y como madre que soy, me gusta pensar que transmitir la importancia de unos buenos hábitos saludables a mis niños desde pequeños puede favorecerles de forma positiva en su bienestar físico, mental o incluso social.
Seguramente para muchas ya os sonará familiar el nombe de Carla Zaplana, dietista, nutricionista e impulsora de la filosofía «Come limpio». Son ya varios los años que la sigo en redes, he leído su libro y me gusta especialmente su manera de entender la vida, a pesar de que hay muchos otros aspectos en los que debería hacer grandes esfuerzos para estar a su altura.
Estas Navidades, de manera fortuita, cayó en mis manos el primer cuento ilustrado de esta autora. Se trata de «La caseta de fusta» de Bindi Book Editorial. También traducido en castellano por «La Casita de Madera» de la mano de RBA Molino y con ilustraciones de Màriam Ben-
Arab.
El libro recoge un conjunto de cuentos que, según cuenta la misma autora, tienen que ver con su vuelta a los orígenes, a su tierra natal, a su infancia y la esencia de las pequeñas cosas.
A pesar de que tuve mis primeras reticencias iniciales, por aquello de que con 8 y 9 años, quizás mis hijos no eran el público objetivo de un cuento ilustrado como éste, solo abrirlo, las ilustraciones me cautivaron. Esa añoranza por la tierra, esa pasión por la naturaleza y esos recuerdos de infancia que transmite la autora en cada una de sus páginas me hizo afianzar aún más mi decisión de que había acertado.
8 cuentos para trabajar los hábitos saludables
«La casita de madera» es un álbum ilustrado con 8 cuentos, de 8 temáticas diferentes e infinidad de aprendizajes por experimentar a través de ellos.
Cali, una niña especialmente curiosa, es la protagonista, junto con su perro Brit. Con ellos y sus aventuras en la Casita de Madera del jardín de sus abuelos, iremos descubriendo la importancia de:
- Una buena alimentación;
- El agua, no sólo para nuestra supervivencia sino para también para aprender a gestionar un recurso como éste de manera más eficiente;
- El cuidado y respeto hacia los animales y la responsabilidad que exige tener y cuidar de una mascota;
- El poder terapéutico de las plantas;
- Hacer un buen uso de los residuos y cuidar del medio ambiente;
- Aprender a respirar y a gestionar mejor nuestras emociones;
- Iniciarse y familiarizarse con algunas figuras de yoga;
- Amar incondicionalmente y cultivar la amistad para alcanzar la felicidad.
Múltiples fichas de actividades complementan la lectura y afianzan los conocimientos
El libro también incluye, al final de cada capítulo, algunas fichas de actividades para completar con los niños. Una manera divertida de poner en práctica algunos de los hábitos saludables que nos han ido mostrando la autora a lo largo del libro. Encontramos desde simpáticas y coloridas recetas hasta divertidos ejercicios de yoga o relajación.
Leer este recopilatorio de cuentos ha sido, en cierto modo, también para mí volver a mi infancia. A la casa de mis abuelos, a las montañas, a mis juegos de infancia en los que la naturaleza era la protagonista, y a recordar cómo amo las plantas y echo de menos la vida en el campo.
Un libro tierno, dulce con muchas imágenes tomadas prestadas de la misma naturaleza para ilustrar no sólo lo que vemos sino también como debemos actuar, relacionarnos y expresar nuestros sentimientos y emociones con la gente que tenemos a nuestro alrededor.
Tomemos nota de estos 8 hábitos saludables y empecemos a ponerlos en práctica para hacer de nuestro mundo, un mundo mejor y de nuestras vidas, unas vidas más conscientes. ¿No crees? ¿Empezamos?