10 cosas que he aprendido de ser mamá

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Hace ya más de siete años que soy mamá y parece que fué ayer cuando tuve a mi primera hija. Siete años de mi primera maternidad y casi seis de mi segunda y me sigo sorprendiendo a mi misma del camino recorrido desde entonces por el simple hecho de ser mamá.

Sin embargo, imaginar ahora mi vida sin ellos, me resulta imposible. Por muchos sacrificios que en determinados momentos creas haber hecho, vivir la maternidad conscientemente vale la pena. Ser madre me enorgullece y me permite día a día seguir creciendo como persona y profesional. Ni decir cabe que mis hijos son mi principal fuente de inspiración y aprendizaje. También mi mayor fuerza para seguir luchando por todos aquellos sueños que una quiere un día alcanzar.

Por todo ello he creído interesante compartir con todas vosotras 10 cosas que me ha aportado el simple hecho de ser mamá y que hoy me permiten ser una mujer distinta a como era yo hace tan sólo 7 años.

4 cosas triviales que aprendí de ser mamá

  • Aprender a hacer la maleta perfecta. Si, por contradictorio que parezca, a pesar de haber viajado por medio mundo y haber vivido en unas 8 ciudades distintas no aprendí a hacer maletas hasta mi segunda maternidad. Con los niños he aprendido a optimizar espacios, a dejar casi de lado los «por si acaso» y a llevarme sólo aquello imprescindible.
  • Diferenciar el paracetamol del iboprufeno o lo que es lo mismo la Apiretal del Dalsy. Algo que no había conseguido hasta el nacimiento de mis hijos.
  • Valorar el silencio y disfrutar de él. Una de las cosas que más echo de menos, teniendo en cuenta la edad que tienen mis hijos. Disfrutar del silencio es algo que intento recuperar así que dispongo de tiempo exclusivo para mí.
  • Echar de menos la combinación mágica de sofá+manta+libro.Esas tardes de invierno, sin nada que hacer y sin nada en que pensar, relajada en el sofá con tu mantita y un buen libro que leer, cuánto se echan de menos tras ser madre.

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6 cualidades personales que he descubierto tras la maternidad

Asimismo, resulta curioso descubrir que, siendo la misma persona, hay aspectos de tí misma que nunca imaginaste tener y que, tras la ser mamá descubres que posees.

  • Mi creatividad estaba dormida y no lo sabía. Tras mi segunda maternidad descubrí que tenía una parte creativa y que debía alimentarla.
  • Siempre había pensado que mi capacidad de improvisación no era uno de mis puntos fuertes. Sin embargo, tras ser mamá he aprendido a ser una maestra en este ámbito.
  • El orden es otro de los aspectos que he tenido que relativizar y sigo esforzándome en ello. Me cuesta convivir en una sala de estar en la que aún tropiezas con algún juguete de vez en cuando. También ver la librería con los libros dispuestos de cualquier manera o los papeles y colores desparramados por la mesa.ser mamá
  • Los miedos se intensifican. Tener hijos te hace ser consciente de la fragilidad de la vida, por lo que valoras cada instante que puedes pasar a su lado.
  • La paciencia es una actitud que pasa casi desapercibida en nuestra etapa sin hijos. Sin embargo, es una de las que adquiere mayor relevancia cuando una los tiene. Me considero una persona impaciente por naturaleza por lo que debo alimentar a diario mi dosis de paciencia.
  • La gestión del tiempo pasa de ser un capricho a una necesidad. Con niños, una aprende que sin organización y sin planificación resulta imposible llegar a todas partes. Tras ser mamá, he aprendido a optimizar el tiempo y a gestionar mi agenda para poder disponer de tiempo de calidad para mis hijos, mi pareja y también para mí misma.

Como veréis, puedo decir que mi vida, tras ser mamá, ha cambiado a mejor. Son muchos los aspectos positivos que me ha aportado la maternidad y podría seguir listando 10 cosas más sin ninguna dificultad. Y vosotras, ¿Cómo vivís o habéis vivido la maternidad?. ¿Tenéis también hecha ya vuestra lista de cosas que os ha aportado la llegada de vuestros hijos?

 

 

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